Tangerine
Nada dura.
Me antojo
Introduzco el dedo al centro y despliego sin delicadeza.
El cuerpo
naturalmente se disecciona.
Nada nos marca.
Todo tiene dibujado obvias líneas de fragilidad.
Arranco la piel sin orden. Tomo una fracción
mastico y trago.
No guardo cuidado. Ya sé
que nadie me mira.
Escupo las semillas sin ensuciarme las manos. Dejo el desperdicio en un vaso
para que otro se ocupe de limpiar por mí.
Olvido rápido.
Me llevo los dedos a los ojos
y la acidez me irrita la vista.
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