Cecilia canta para no hablar

diciembre 19, 2006 Maily Sequera 0 Comentarios



Tú te fuiste y te sentaste bajo tu sombra. Yo también sé que la vida es el accidente de muchos pero me parece más divertida mi rebelde posición que tu terca pataleta. Ahora, sin tu presencia, no tengo oportunidad de decirte que tú te ausentas pero yo, como me voy, he decidido quedarme en tus espacios el tiempo que me queda. Así sea sola, como ahora.Bah, que engaño, siempre es sola.

“Ficou difícil
Tudo aquilo, nada disso
Sobrou meu velho vício de sonhar
Pular de precipício em precipício
Ossos do ofício
Pagar pra ver o invisível
E depois enxergar”

Cecilia sabe que corre hacia lo que ella supone que es una pared. Mai sabe que aquella superficie plana y blanca, que se alza vertical es solo un biombo de papel frente al borde del abismo. Ese objeto de mobiliario oriental, aparentemente fuera de contexto, está allí porque esto es un show. Justo cuando Cecilia lo atraviese y caiga en caída libre, estará la niña multicolor al otro extremo, bajo una gran sombrilla rosa y limonada en mano , riendo y aplaudiendo el numero hasta con la planta de sus pies. Creo que a Ceci no le importa y a Mai, la libera y la conmueve la inmolación independiente de su alter ego. Maily, ego herido, se lo repite diariamente a Cecilia y ella sólo eleva la velocidad como si cronometaran su carrera. Quizás lo hace con la esperanza de que la niña multicolor no la vea hacerse puré de alma contra las piedras blancas. Orgullo de hembra, nada más.Pensó escribir un poco de poesía en espiral pero para qué insistir en un mensaje que jamás se entiende.

“Que é uma pena
Mas você não vale a pena
Não vale uma fisgada dessa dor
Não cabe como rima de um poema
De tão pequeno
Mas vai e vem e envenena
E me condena ao rencor”

Es por ello y por las ganas que Cecilia canta.
Maily, en sus dolores, se deleita
(admirándola y envidiándole el talento)

“Que é uma pena
Mas você não vale a pena”


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