El alivio rompe el dolor más profundo

septiembre 28, 2015 Todo es Violeta, por Maily Sequera 0 Comentarios



I. 

He dejado de quejarme por las formas de mi libertad
Ya rendidos
inventar el futuro es la mejor manera de pasar el tiempo.
Me disculpo con los hombres inocentes
por encontrarse con el monstruo de mis pesadillas.
Yo lo permití.
Yo sé de ustedes y de a dónde han ido.

Me disculpo con los hombres ocultos
gritaré en mi huida sus nombres olvidados.
Cuando tenga miedo a los perseguidores
santificaré mi escondite invocando desaparecidos.
Me disculpan por su muerte maldita.
Me disculpan por la propaganda.
Yo  he declarado que sobrevivir
es más importante que volver a verlos.

Pido perdón al ojo abierto y brillante del insomne
Yo lavé mis lagañas porque duermo y despierto.
Yo perpetúo el tiempo de todos los hombres.

Guardo en el cuerpo un temblor infinito
imaginando en el mío las heridas que te han hecho.
Trato de hacer con Dios una especie de acuerdo
para que los hombres torturados no se vuelvan locos.
Hay un grito más urgente que el mío
Auxilien, por favor, a quien grita a mi lado.
Si no tendrán honor ni libertad
que cada cuerpo sucumba en paz
que solo yo me acuerde de esto.

Escribo con la esperanza de no leer jamás
Quiero que te dejan rezar porque soy yo quien muere de miedo.


* Ilustración de Carlos Alonso, en Juan Gelman, Bajo la lluvia ajena. Libros del zorro rojo, Barcelona, 2009.

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