La mala herida

enero 25, 2016 Todo es Violeta, por Maily Sequera 0 Comentarios



Otro día en pijamas
Otra noche de caminar dormida
Doce pasos de la cama a la TV
Enciendo el ruido blanco
Me muerdo las uñas
No temo a nada porque tengo adonde ir
Si salgo de la casa, te busco
Me desnudo
Omito la ropa en la cumbre del insomnio
Un pájaro de sal me picotea y me cura
Al centro de mis piernas
l a  a l i n e a c i o n
No puede ser que despierte con el cuello empapado y las pupilas explayadas
como si hubiese dormido en la calle sin memoria de tanto amor.

Humedezco mi cuerpo agotado
No hay manera de escapar del sol.

Soy un rayo de luz
Soy la redención
Soy el nacimiento
Lloro de nuevo.

María no puede recordar qué me ha dicho
Ya no puedo recordar lo que María me reveló
Qué dijiste esa vez
blanquísima niña
ángel sostenido
Dame la bondad de tus declaraciones
Tantas heridas, María
que busco el alivio en tu palabra anterior.

Tu mano de cristal me cierra los ojos y despierto llorando porque me has desamparado
No puedo recordar lo que dijiste, María
Hablas de la vida y de la prolongación del sacrificio
Yo divago por la casa y me huelo los dedos de las manos
Martillo mi ignorancia.

Insisto en tocar en el orgasmo la sabiduría
pero no llego
Si lo único pendiente es morirnos,
¿qué es aquello que apenas duele?

Fotografía: Stop Dreaming, por Lorien Sequera

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