1996

enero 07, 2010 Maily Sequera 2 Comentarios



Decir todo lo que piensas IX

Ahora, sola, piensas en tu mamá. En todas las frases cliché, baratas, mamarrachas y medievales que te ha dicho tu madre. Las ves en un vaso de agua, les das vueltas con una cucharilla y, por primera vez en mucho tiempo, te alegras de no estar persiguiendo estupideces, de no estar mintiendo ni dramatizando verdades. De repente, un día te despertaste y, sin abrirte un expediente, sentenciaste que no debías obediencia a tu supuesta fortuna. Ese hombre, el correcto, quien te saca la silla y te responde el teléfono increíblemente rápido, el tipo puntual y destacado, de lenguaje pulcrísimo y modales reales, el empleado del mes, el alumno prestigioso, el presidente del condominio, el invitado VIP, con el que todos temen que te encuentres, el exitoso, el trofeo, el que no entiendes cómo o sí pero te preguntas hasta cuándo, no determina nada. No te obliga a decidir lo importante del supuesto resto de tu vida. No debería victimizarte como la suertuda que se encontró el ticket ganador en la acera. Pobre hombre, pobre gafa. Esperar para sentir lo que ya sabes que es fácil, es patético y repetido. Es la historia de protagonista y co-protagonista de cualquier novela chicle de Leonardo Padrón.

Podría leer también

2 comentarios:

Anónimo dijo...

novela "chicle"


:S


jaja Maily


decir todo lo que piensas es tremendo compromiso

|andi.na| dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJA
esto tiene que ir en una de los flyers!