maría

febrero 20, 2007 Maily Sequera 4 Comentarios

cinco centímetros más
tacones
el cepillito
cargado de negra tintura
bajando con precisión por el tobogán de tus pestañas
y mi barriga huérfana,
abrazada en mi silencio adulto
que supone y desea
casi con fe
la buenaventura de tus chispas verdes

digamos que alguna vez,
lloraste por mi torpe descuido
pero luego,
te hice reír
hasta la lágrima de ojos alegres

esa cuenta matemática,
la casualidad del techo,
las decisiones del alma,
es casi un juego de manos de cercanías y distancias

señor mío,
que maravilla
su columna arqueada al cielo
niña blanca y redondita que dormía sobre mí

para ella, yo era el todo
hoy soy un planeta más
_que admira su larga estela de señorita infinita

sé que a veces caerá
para ensuciarse de mundo,
que rasparán las rodillas
y que temblará su lengua

sé que la persigue la muerte salvaje
desde el primer día
la primera chispa

yo no sé si ver,
pequeña maría,
cómo te haces la mujer que viniste a ser

toda la impotencia de mi verbo inútil
se calla y concede
supone y desea

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Voy a intentar adivinar de qué trata esta poesía aunque no debería. Creo que habla de ser pequeño y del proceso de incorporarse al mundo de los grandes

Cecilia! qué buen blog!, no podía ser diferente.

[Saludos]

TuFan
TuAmigo
TuAdmirador
Tuto

les dijo...

ese es mi nombre :)

:) Avagún, no, diablo. Bueno sí, pero no totalmente. Beibi, tus poemas ya son grandes, como tú, se te lee como a un libro desconocido pero apasionante.